miércoles, 6 de mayo de 2009

Felíz Cumpleaños a Mí... Gracias a tí.

Hoy, por la tarde fuiste a verme a la oficina.
Estábamos muchos socios y llegaste a darme mi abrazo. Nos sentamos en los sillones y… lo sentiste? Nos quedamos calladas mirándonos. Fueron unos segundos pero fueron. Luego los demás socios se acercaron y había música, te paraste y me dijiste: Bailas?. Contigo todo. Jaja no contesté así. Te dije: Ok, yo bailo. Contigo se me va la originalidad. Y de pronto, ni siquiera pienso mis respuestas. Y luego me lamento de no haber dicho algo mas original. Pero en fin. Sonreíste.
Salimos juntas de la oficina, nuevamente hacia la parada de autos, y cuando estábamos llegando me dices si podemos caminar, y yo contigo camino todo lo que quieras.
Caminamos juntas, hablamos, me contaste sobre ti, tus pensamientos, tus metas en el negocio, tus relaciones familiares, me preguntas algunas cosas de mí. Descubrí un poco de tu mundo y tú del mío. Me gusta escucharte, observar tus gestos, tus miradas, tus sonrisas, pero sobre todo me gusta la forma en que me escuchas y me observas, me gusta tu forma de mirarme, hace mucho no sentía algo así.
Llegamos a tu casa y me acompañaste al paradero, nos despedimos con un gran abrazo, y nuevamente, sentí tu corazón, tu respiración, percibí tu aroma, me quedé con un poco de tu energía y te regalé un poco de mí. Me sorprendí sonriendo al acordarme de ti, estoy felíz, gracias por el bonobon, por los chocolates, por tus abrazos y sonrisas, gracias por tu presencia, y por tu aroma…
Si no me equivoco (una vez más) …
Cupido flechándome
Termina la fiesta, cada cual a su casa
Yo me voy con tu cara pegada en el alma
Y sin bien conocerte ya te comienzo a extrañar

Tal parece que yo me acostumbré a ti en un solo día
Que te ando extrañando como si hace años que te conocía
Tal parece que yo en un solo baile te entregue mi vida
Tal parece que el sentimiento venció las reglas que había…

Ayer...

Que pretendes hacer conmigo?
Poco a poco te estás adueñando de mis pensamientos, te estas involucrando en mis sentimientos, bebé, y no sé que pretendes. Me miras fijamente, veo que prestas atención a cada pequeño detalle en la oficina, cuando doy conferencias es fácil ubicar tu mirada encantada con mi discurso. No sé si realmente estoy haciendo tantos méritos.
Ayer fui a tu sucursal so excusa de saludar a nuestro nexo por su cumple, y no estaba, no fue a trabajar, pero estabas tu y mas que suficiente. Me saludaste casi eufóricamente diría yo. Desatendiste los clientes que estaban en el momento para hablar conmigo (ellos se dieron cuenta y se despacharon rápido) te di un gran abrazo, de esos ricos, que me gusta dar, donde puedo sentir el latir de tu corazón, donde puedo percibir tu aroma, donde puedo dejar un poco de mi energía contigo, y lo que es mejor, robarte un poquito de tu energía. Y después sólo me miras y sonríes, te quedaste callada bebé. Acaso te intimido?. Inicié una nueva conversación y llegó otro cliente y lo atendiste, debiste hacerlo. Y aproveché para dar un paseo por las instalaciones y distraerme un poco, para dejar mi nerviosismo. Me invitaste una bebida.
Y luego, tenía que irme, no quería realmente, pero no tenía excusa, no quiero cometer los mismos errores que ya cometí con aquella, involucrarme en cada uno de sus días sin ser invitada, aunque bien recibida. En fin, me despedí, te di otro abrazo fuertote, te desee éxitos y dejé un poquito de mi energía contigo. Y partí. Por estar distraída con tu belleza, olvidé como salir de esas calles algo enmarañadas y después de avanzar una cuadra regresé a pedirte ayuda, además quería verte sonreír otra vez. Y así fue, sonreíste por mi distracción. Y pensaste un poquito, de hecho me encantan tus gestos cuando buscas dentro de tus pensamientos. Y me diste la dirección a tomar. Pensé irme así nada mas, pero te acercaste a despedirte, entonces te cogí de la cintura y de ti un semiabrazo… de esos que da la mayoría de la gente, pero cogí tu cintura y valió la pena.
Después hablamos por msn. En la noche teníamos reunión en la oficina central y nos íbamos a ver. Y te habías enterado que hoy es mi cumpleaños. Me preguntaste cuántos? 21 te dije. Y tu vas a cumplir 18 en junio, bebé. Trataste de averiguar que quería recibir de regalo y sinceramente no encontraba forma de decirte que mi mayor regalo ahora es verte y abrazarte. Es sentir eso que siento de ti hacia mi. Pero distraje el tema hablando de comida y te hablé de un chocolate, un bonobon, nada del otro mundo. Y ya.
Pero eres tan increíble. En la noche nos vimos en la oficina, y apenas nos saludamos me mostraste mi bonobon, te quise dar un beso, en la mejilla, de agradecimiento, pero había mucha gente y me contuve, te dije que al finalizar la reunión me lo comería. Y así fue. Te lo pedí en los últimos 5 minutos antes que acabara. Y no sabes como disfrute ese chocolate. Tenia amor en cada mordida que le di. Yo estaba felíz con ese detalle, lo sabes. Pero, repito, tu eres increíble. Al final, cuando los mas experimentados nos íbamos a quedar unos minutos más en la sala me llamaste y querías decirme algo en privado. Y abusando de tu bondad te pedí que me esperaras 5 minutos para irnos juntas. Quería seguir disfrutando de tu compañía. Y accediste, eres increíble.
La postreunión duró 15 mts o más y al salir te busque con la mirada. Y estabas esperándome pacientemente y con una linda sonrisa. Salimos caminando hasta la parada de autos y en el camino me entregas algo. Y me das un regalo. Te adoraba por esos detalles y quería darte un beso, pero me contuve. Hice lo que todo el mundo, abrí el regalo, y preguntar que es? Comentar lo torpe que soy para abrir bien y rápido los regalos y tú sólo sonreías y esperabas mi reacción. Abrí la caja y salieron los chocolates… eres increíble! Sólo faltaba que tenga forma de corazón y te daba el beso pero bueno. Una cosa es ser romántica y otra es ser cursi y no sé en cual de las dos encajas, mi bebé. Te abracé de costado, realmente odié que estemos cargando los bolsos, porque impidió que sea un gran abrazo, pero creo que sentiste lo emocionada que estaba. Me encantó. Me encantaste.
Y eso fue ayer.

domingo, 3 de mayo de 2009

Y así... cupido flechándome...

Hoy te volví a ver.
Y no puedo evitar observar cada detalle de ti, mientras hablas. Creo que apenas eres una bebé pero tu belleza es encantadora. Te llevo unos 3 años y quizá algo mas de experiencia en el campo laboral. Se, y tu misma me lo haz dicho, que admiras mi desarrollo profesional y que me tomas como ejemplo.
Apenas ingreso a la oficina me buscas para saludarme y apenas te acercas me gusta dibujarte con la mirada, eres tan hermosa, tu cuerpo es una constante distracción, me gusta saludarte tomándote de la cintura y dándote un gran abrazo, sé que los disfrutas y luego, calculando un tiempo prudente te suelto, no quiero que notes otras intenciones en mí.
Me miras a los ojos y me cuentas con gran ilusión las nuevas experiencias, buscas mi aprobación, mis consejos, mis palabras de aliento. Y yo cedo, es mas busco la excusa perfecta para abrazarte nuevamente. Y hoy te abracé 4 veces. Primero al llegar, nos saludamos; luego cuando me contaste lo mucho que te esforzaste intentando ascender de nivel, luego cuando te entregué la foto que te tomé hace poco, y luego al despedirme. Me diste un abrazo y después, otra vez me cogiste de la mejilla y me diste un beso. Y lo sentí.

Ay… no sabes cuánto me distraes.
Me gustas.

Me encantas.