Hoy te volví a ver.
Y no puedo evitar observar cada detalle de ti, mientras hablas. Creo que apenas eres una bebé pero tu belleza es encantadora. Te llevo unos 3 años y quizá algo mas de experiencia en el campo laboral. Se, y tu misma me lo haz dicho, que admiras mi desarrollo profesional y que me tomas como ejemplo.
Apenas ingreso a la oficina me buscas para saludarme y apenas te acercas me gusta dibujarte con la mirada, eres tan hermosa, tu cuerpo es una constante distracción, me gusta saludarte tomándote de la cintura y dándote un gran abrazo, sé que los disfrutas y luego, calculando un tiempo prudente te suelto, no quiero que notes otras intenciones en mí.
Me miras a los ojos y me cuentas con gran ilusión las nuevas experiencias, buscas mi aprobación, mis consejos, mis palabras de aliento. Y yo cedo, es mas busco la excusa perfecta para abrazarte nuevamente. Y hoy te abracé 4 veces. Primero al llegar, nos saludamos; luego cuando me contaste lo mucho que te esforzaste intentando ascender de nivel, luego cuando te entregué la foto que te tomé hace poco, y luego al despedirme. Me diste un abrazo y después, otra vez me cogiste de la mejilla y me diste un beso. Y lo sentí.
Ay… no sabes cuánto me distraes.
Me gustas.
Me encantas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario